Sé que cada vez que os presento un thriller os digo lo mismo... pero qué increíble nivel estamos alcanzando con este tipo de novelas. Es más, os diré que, en mi opinión, los escritores nacionales de novela negra / thriller (perdonadme la terminología, pero no termino nunca de hacerme con ella), son tan increíbles que empequeñecen otras obras que seguro que nos hubiesen dejado totalmente en shock en otro momento. Y esto es un poco lo que creo que me ha pasado con esta historia.
Llevaba muchísimo tiempo deseando poder ponerme con esta historia. Había leído absolutas maravillas de este thriller y, quizás haya sido solo una cuestión de expectativas, pero esperaba muchísimo más. Esto no quiere decir que no me haya gustado, pero me ha quedado un sabor agridulce.
Seamos objetivos entonces:
Una mañana cualquiera, Sam Porter, un inspector de policía recibe la llamada de uno de los miembros de su equipo informándole de que algo importante ha sucedido. Cuando Porter llega a la escena del crimen descubre que "el asesino del cuarto mono", a quien lleva años persiguiendo, está implicado, de manera que toma las riendas de la investigación sin pensárselo dos veces.
En principio podría parecer un thriller como cualquier otro, pero lo cierto es que tienen una serie de elementos que le dan un punto único; desde la metodología y los motivos del asesino, a la misma estructura de la historia que viene a contarnos un capítulo trascendental de la vida del asesino y que nos va a tener saltando entre dos líneas temporales en las que no falta una tensión creciente y que aporta una velocidad increíble a la historia... ¿quizás demasiada?
Sabéis que yo no soy muy amiga de los trucos literarios y creo que el ritmo de una historia tiene que estar en su interior y no solo en atomizar la historia cortando la acción permanentemente. Para mi, esta historia peca aquí. Esta sensación se instaló en mi desde el principio: Capítulos demasiado cortos, interrupciones de la acción sin paso del tiempo, etc. Esta sensación va a más según pasan las páginas porque el autor trata de imprimir velocidad y provocar esa sensación vertiginosa en el lector acelerando los saltos temporales y espaciales y en mi caso.... el suspense ha perdido fuerza. Sin embargo tengo que deciros que creo que esto es algo absolutamente personal, que se refiere a las sensaciones que el libro me ha transmitido y que pueden ser completamente diferentes a lo que sintáis vosotros.
En cuanto a los personajes os diré que la historia se centra en los dos protagonistas: policía y asesino en serie, cuyos rasgos, psicología y motivos quedan perfectamente definidos a través de sus diferentes reacciones, pensamientos y decisiones. Esta ha sido una de las cosas que más me ha gustado del libro. Es sin duda un "face to face" y el autor no pierde tiempo en pintar con detalle todo lo demás sino que se conforma con un esbozo que abrigue y acompañe a los dos personajes principales.
Por último, es necesario el aviso a navegantes. En este libro nos encontramos con escenas duras, muy gráficas y violentas que pueden dañar sensibilidades. Esta hipervisibilidad es algo que últimamente también se está poniendo muy de moda en este tipo de libros y que no termina de convencerme. Está claro que es algo que PROVOCA, con mayúsculas, al lector. Lo entiendo y no lo rechazo, pero, al igual que el recurso de hiperfragmentar el relato para dotar de velocidad y dinamismo a la narración, es algo que no me gustaría que se generalizara en el género.
Como siempre estoy deseando conocer vuestras opiniones e ideas con lo que... ¡no dejéis de contarme cosillas en los comentarios!. Hasta entonces...
¡FELIZ LECTURA!
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