Es increíble el nivel que han alcanzado los thrillers hoy en día. Cuanto más leo de este género, más me sorprende la capacidad imaginativa de los diferentes autores para encontrar siempre esa vuelta de tuerca, ese giro argumental capaz de descolocar totalmente al lector y sorprenderle. Conocer la pluma de Joël Dicker ha sido un auténtico placer. He disfrutado enormemente de su obra, de que me diera la vuelta una y otra vez hasta dejarme totalmente despistada y sospechando hasta de mi propia sombra, así que SI, si alguna vez dije que el thriller no era mi género me retracto ahora mismo, ¡Lo disfruto como una enana!
"La verdad sobre el caso Harry Quebert" es todo un ejemplo de estudio. Una trama complicadísima, con muchísimos personajes cuyas relaciones tejen una red compleja llena de hilos argumentales secundarios que sin duda enriquecen la historia y que, muy lejos de hacer que el lector se pierda, Joël Dicker maneja con soltura y naturalidad. Realmente este libro merece una detenida relectura para estudiar como el autor es capaz de coordinar todos los elementos que presenta su historia porque es algo sin duda meritorio.
La historia nos cuenta cómo Marcus Goldman, un escritor de éxito que atraviesa una profunda crisis de creatividad, descubre que su maestro, Harry Quebert mantuvo una relación sentimental en el verano de 1975 con una adolescente de 15 años a pesar de contar él ya más de 30. Esta chica, llamada Nola, desapareció a finales del verano en circunstancias muy sospechosas. A las pocas páginas de iniciar el libro su cadáver es descubierto en el patio trasero de Harry Quebert con lo que éste se convierte en el principal sospechoso. No obstante, Marcus Goldman confiará en la inocencia de su maestro y luchará por descubrir la verdad, protagonizando una investigación que le hará descubrir buena parte de los más oscuros secretos de los habitantes de Aurora, New Hampshire, el pueblo que fue testigo de tan trágicos acontecimientos.
Seremos pues testigos de la historia que, contada a través de varios saltos temporales, nos conducirá a descubrir qué le ocurrió realmente a Nola y qué papel tuvieron en su destino final cada uno de los vecinos de Aurora. Para ello, el autor nos introduce a una gran cantidad de personajes que tuvieron relación con la niña, y nos los dibuja con tal precisión que somos capaces de reconocer los instintos predominantes en cada uno de ellos, tentando sus límites y descubriendo hasta dónde habrían sido capaces de llegar por hacer realidad sus ambiciones, por ocultar sus errores, enterrar sus vergüenzas, o evadir sus más profundos temores.
No contento con este objetivo, el autor se esfuerza por profundizar en la relación entre los dos personajes principales, Marcus Goldman y Harry Quebert, intercalando algunos capítulos de la vida que ambos han compartido hasta que los terribles acontecimientos que tuvieron lugar en el verano de 1975 salen a la luz. De esta manera exculpamos a Quebert, de esta manera entendemos a Marcus y de esta manera, casi llegamos a olvidar que antes de su asesinato, Nola, una menor de 15 años, tuvo una relación sentimental con un hombre de más de 30 y en buena parte, justo esto es lo maravilloso y lo terrible de esta obra. Joël Dicker es capaz de llevarnos a esta situación de exculpación de Harry Quebert y de encumbramiento de Marcus Goldman, cuando el delito de abuso de menores es casi retirado de la ecuación y de demostrarnos como los diferentes acontecimientos y conocimientos van modelando nuestra opinión.
De verdad os digo que para mi ha supuesto un placer la lectura de esta obra y que os la recomiendo sin reservas ya que, más allá de los divertidos golpes de timón que os mantendrán despistados hasta la última página, la novela tiene mucho más significado para el que quiera hurgar un poquito.
¿Habéis leído el libro? ¿Conocéis la obra del autor? Como siempre, estoy deseando conocer vuestras opiniones e ideas así que... ¡No dejéis de contarme en los comentarios! Hasta entonces...
¡FELIZ LECTURA!
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