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Es imposible abstraerse de la pena, la lástima y la ternura que Jane Eyre nos transmite en estos primeros compases de su novela. Pobre criatura y qué triste infancia nos relata la autora pues, si bien no hay hambre, ni frío, ni necesidad física...., cuán grande es la falta de afecto, cuánto maltrato y cuánto el dolor al verse abandonada al miedo y la soledad. Una niña que crece sin haber conocido nunca el cariño, o al menos sin poder recordarlo y que con 10 años comienza a andar por el mundo cuando, de alguna manera, alcanza cierta libertad con la ayuda de una mano caritativa, apenas conocida, pero más empática de lo que ha encontrado en su vida hasta ese momento, y es que como ya cita el libro a Salomón: "Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de ternero cebado donde hay odio".
No sé si alguna vez os habréis preguntado por cómo escribo estos textos; si tomo notas durante la lectura o si voy marcando las páginas de alguna manera. En realidad supongo que no tiene demasiado interés, pero sí que hoy, esta reseña, me ha hecho reflexionar porque, por primera vez, no he podido esperar a terminar la historia antes de empezar a escribir sobre ella. Siempre termino el libro porque creo que es la sensación final, el regusto que nos deja, las conclusiones que sacamos, lo que de alguna manera debe primar sobre el detalle, dado además que hay que evitar en la medida de lo posible entrar en demasiados detalles que puedan provocar spoilers a futuros lectores. Pero me es imposible no plasmar algunos sentimientos que Jane Eyre está despertando en mi, con apenas un 10% del libro leído.
Es imposible abstraerse de la pena, la lástima y la ternura que Jane Eyre nos transmite en estos primeros compases de su novela. Pobre criatura y qué triste infancia nos relata la autora pues, si bien no hay hambre, ni frío, ni necesidad física...., cuán grande es la falta de afecto, cuánto maltrato y cuánto el dolor al verse abandonada al miedo y la soledad. Una niña que crece sin haber conocido nunca el cariño, o al menos sin poder recordarlo y que con 10 años comienza a andar por el mundo cuando, de alguna manera, alcanza cierta libertad con la ayuda de una mano caritativa, apenas conocida, pero más empática de lo que ha encontrado en su vida hasta ese momento, y es que como ya cita el libro a Salomón: "Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de ternero cebado donde hay odio".
JANE EYRE: CHARLOTTE BRONTË: 1847
Y después de la introducción que escribí hace ya algunos días, lo que para vosotros solo ha representado unos segundos de lectura,... ¡aquí vuelvo con el libro recién terminado para daros una impresión completa del mismo.
De verdad que hacía tiempo que no me encontraba con una historia que me provocara tanto la necesidad de ir comentándola a medida que la iba leyendo y, pensándolo bien, hubiera sido maravilloso haberla abordado como una lectura conjunta para poder compartirla con otras personas.
Ha sido una experiencia extraordinaria de verdad. Me ha enganchado muchísimo, hasta el punto de no poder dejar de leerla a pesar de que los capítulos son bastante largos en su mayoría y comenzar uno, te implica entre 30 y 40 minutos de lectura. Pero la verdad es que he disfrutado cada una de sus páginas mucho más de lo que esperaba inicialmente.
Recordemos que esta vez sí, nos adentramos en los terrenos de la literatura victoriana, que es la producida en el Reino Unido durante el reinado de la Reina Victoria (1837 - 1901), que viene a ser, desde el final del Romanticismo, marcado con la muerte de Lord Byron (1932) entre otros eventos y que hacen virar el espíritu de la literatura, y por tanto de la novela, del reinado de las emociones al predominio de la razón y que se adereza con una gran moralidad y religiosidad. Sin embargo, a Jane Eyre se le queda estrecha esta camisa.
No voy a entrar en más detalles sobre la novela victoriana, ni siquiera sobre la vida de las hermanas Brontë y sobre su educación que, efectivamente tiene mucho que ver con su obra. Podría derramar ríos de tinta para contar lo que ya ha sido contado y comentado ámpliamente, así como las numerosas citas literarias que encontramos dentro de la novela, y toda la riqueza simbólica que contiene. Realmente ya hay muchos estudios sobre esta novela, todos muy interesantes sin duda, pero prefiero daros una visión como lectora que ha disfrutado de la historia que le han contado. Sin embargo, tenéis que permitirme que si que haga un punto sobre el feminismo o el papel de la mujer desde los ojos de Charlotte Brontë y de Jane Eyre.
Las hermanas Brontë debieron comenzar su carrera escribiendo bajo pseudónimo. La época en la que vivieron no era precisamente amable con el papel que la mujer debía tomar en la sociedad y de hecho, debieron escuchar y leer afirmaciones que las situaban alejadas de sus sueños y aspiraciones. No es una idea nueva la que os voy a plantear, y ha sido estudiada con anterioridad, pero si que es muy agradable descubrir en una novela de esta época a una mujer con un carácter fuerte, independiente, capaz y que no busca más que eso, independencia y autonomía, cultivar sus capacidades más allá del hogar y más allá del yugo de los hombres. Por eso no puedo resistirme a incluir una cita que me ha acompañado durante toda la lectura:

De verdad que hacía tiempo que no me encontraba con una historia que me provocara tanto la necesidad de ir comentándola a medida que la iba leyendo y, pensándolo bien, hubiera sido maravilloso haberla abordado como una lectura conjunta para poder compartirla con otras personas.
Ha sido una experiencia extraordinaria de verdad. Me ha enganchado muchísimo, hasta el punto de no poder dejar de leerla a pesar de que los capítulos son bastante largos en su mayoría y comenzar uno, te implica entre 30 y 40 minutos de lectura. Pero la verdad es que he disfrutado cada una de sus páginas mucho más de lo que esperaba inicialmente.
Recordemos que esta vez sí, nos adentramos en los terrenos de la literatura victoriana, que es la producida en el Reino Unido durante el reinado de la Reina Victoria (1837 - 1901), que viene a ser, desde el final del Romanticismo, marcado con la muerte de Lord Byron (1932) entre otros eventos y que hacen virar el espíritu de la literatura, y por tanto de la novela, del reinado de las emociones al predominio de la razón y que se adereza con una gran moralidad y religiosidad. Sin embargo, a Jane Eyre se le queda estrecha esta camisa.
No voy a entrar en más detalles sobre la novela victoriana, ni siquiera sobre la vida de las hermanas Brontë y sobre su educación que, efectivamente tiene mucho que ver con su obra. Podría derramar ríos de tinta para contar lo que ya ha sido contado y comentado ámpliamente, así como las numerosas citas literarias que encontramos dentro de la novela, y toda la riqueza simbólica que contiene. Realmente ya hay muchos estudios sobre esta novela, todos muy interesantes sin duda, pero prefiero daros una visión como lectora que ha disfrutado de la historia que le han contado. Sin embargo, tenéis que permitirme que si que haga un punto sobre el feminismo o el papel de la mujer desde los ojos de Charlotte Brontë y de Jane Eyre.
Las hermanas Brontë debieron comenzar su carrera escribiendo bajo pseudónimo. La época en la que vivieron no era precisamente amable con el papel que la mujer debía tomar en la sociedad y de hecho, debieron escuchar y leer afirmaciones que las situaban alejadas de sus sueños y aspiraciones. No es una idea nueva la que os voy a plantear, y ha sido estudiada con anterioridad, pero si que es muy agradable descubrir en una novela de esta época a una mujer con un carácter fuerte, independiente, capaz y que no busca más que eso, independencia y autonomía, cultivar sus capacidades más allá del hogar y más allá del yugo de los hombres. Por eso no puedo resistirme a incluir una cita que me ha acompañado durante toda la lectura:
"Se supone que en general las mujeres son muy calmadasM pero las mujeres sienten igual que los hombres; tienen la necesidad de ejercitar sus facultades y encontrar campo para su trabajo al igual que sus hermanos; cuando se las reprime con demasiada rigidez, cuando se encuentran estancadas de manera absoluta, sufren tanto como sufrirían los hombres; y sus compañeros, que gozan de más privilegios, dan muestras de estrechez de nmiras cuando dicen que deberían limitarse a hacer pasteles y calceta, a tocar el piano y bordar bolsos. Es una falta de consideración condenarlas o reírse de ellas cuando aspiran a hacer más o a aprender más de lo que la costumbre dicta como necesario para su sexo."
Decidme si esto no es revolucionario...
Bien, volvamos pues a la historia. Jane Eyre es la biografía de su protagonista (se ha hablado de que en parte es también la biografía de Charlotte Brontë). La novela comienza cuando Jane tiene 10 años y vive con su tía y sus primos, acogida en contra de la voluntad de su cuidadora, obligada por una promesa a cuidar de la niña. La infancia de Jane no será idílica ni mucho menos, pero poco a poco irá forjando una personalidad fuerte y capaz de ponerse el mundo por montera y buscar su lugar en él.
A lo largo de la historia compartiremos sus tristezas y alegrías, sus sueños y ambiciones, los momentos en que su mundo se destruye como un castillo de naipes, y cómo Jane lo recupera ladrillo a ladrillo.
Es difícil expresar todo lo que hace que te enganches sin remedio a esta novela. El lenguaje, las descripciones, el mundo interior de todos los personajes, el ritmo de la novela, el carácter de Jane, el ambiente que se transmite página a página, a caballo entre ese romanticismo que da sus últimas coletadas ya sin sus grandes figuras y esa nueva novela que tiende sus raíces en el terreno de la realidad, la razón y la moralidad.
Con una gran crítica social, a la Iglesia y a las instituciones. Rompiendo las costuras de la costumbre, de los prejuicios, de las emociones y de las normas establecidas. Aquí es donde yo he encontrado "Jane Eyre" y aquí es donde la he disfrutado mucho más de lo que nunca me hubiera imaginado.
Como siempre, estoy encantada de leer vuestras opiniones e ideas así que no dejéis de contarme en los comentarios. ¿Habéis leído esta novela? ¿y algo de las otras dos hermanas Brontë? ¿Qué os ha parecido? ¿Cuál es vuestra preferida? Hasta entonces...