Y llegó el turno de Sherlock Holmes, el mítico y sin duda más famoso detective de la historia de la literatura. Mi recorrido con este personaje es cuanto menos curioso. Recuerdo haber leído varias de sus historias durante unas vacaciones sacando los libros de la biblioteca del pueblo donde veraneaba con mi familia. Recuerdo haberlos leído de manera bastante compulsiva y también recuerdo que me gustaron lo suficiente como para sacar nuevas novelas de la biblioteca. Sin embargo, pasados los años (alguno más de 20 probablemente...) no soy capaz de recordar los títulos que leí. Quizá "El Perro de los Baskerville", pero realmente no estoy segura. Éste es uno de los motivos por los que me he decidido a leer este libro, intentar recuperar las sensaciones que me aportó la lectura de algunos de los casos de este famosísimo y extravagante detective además de, por supuesto, cumplir otro de los puntos dentro del reto de La Pecera de Raquel, ya que Arthur Conan Doyle solo contaba con 28 añitos cuando imaginó al que sería uno de los personajes más conocidos y versionados del S.XX.
ESTUDIO EN ESCARLATA: ARTHUR CONAN DOYLE: 1887
Ed: Fontamara
160 páginas
Género: Thriller
Nos encontramos con la que fue la primera novela en la que hacen su aparición Sherlock Holmes y su inseparable compañero John Watson. Como curiosidad, os contaré que esta historia fue primero publicada en la revista Beeton's Christmas Annual y un año después saldría publicada en formato libro, por lo que su autor cobró 25 libras esterlinas.... imaginaos si ha sido rentable...
Creo que es justo decir que quizá el mayor atractivo de esta obra sea precisamente ser el debut de sus personajes en la historia de la literatura. Personajes que después serían protagonistas de nada menos que de 5 colecciones de relatos y 4 novelas pero fijaos..., de 28 adaptaciones cinematográficas y televisivas que comienzan en 1900 con la película muda "Sherlock Holmes baffled" y que llegan hasta 2018 con el film cómico "Holmes and Watson", es decir, más de un siglo de adaptaciones, sin contar las numerosísimas obras de teatro, dos juegos de mesa e incluso un museo en la misma dirección en la que supuestamente habitan los personajes, es decir, el 221 de la calle Baker Street en Londres.
Dado que es un personaje que recorre con su presencia todo el siglo XX y todo lo que llevamos del XXI, no voy a perder mucho tiempo definiendo su personalidad. Baste con decir que es un tipo cuya inteligencia es notable y cuyos conocimientos en torno a asuntos criminales o ligados a la criminología han sido ampliamente cultivados. Aplica el método deductivo para sus investigaciones y puede resultar excéntrico en sus comportamientos, así como un poco (o no tan poco) displicente para quienes considera inferiores en conocimiento o método. Siempre acompañado de quien será testigo y narrador de sus aventuras, el oficial médico retirado John Watson, que a su vez sirve al autor para ocupar el lugar del lector dentro de la novela y ser a quien Holmes explica la manera en la que ha llegado a las deducciones que le permiten avanzar o resolver el caso.
Estudio en Escarlata nos presenta a los personajes y nos cuenta su primer encuentro, así como la manera en la que se construye su amistad. Más allá de esto, el esquema de la novela es también curioso. Consta de dos partes, una primera en la que se planteará y resolverá el crimen, y una segunda parte en la que se nos darán todas las explicaciones necesarias para entender la resolución alcanzada. De hecho, la segunda parte comienza con una narración que nos contará la historia del que se descubre como el asesino haciéndonos partícipes de sus motivaciones y de todo el recorrido que éste ha seguido hasta el momento del arresto. Parte de estas explicaciones nos las da un narrador omnisciente, otra parte vienen de la declaración del mismo acusado y por último, el mismo Sherlock Holmes explica los diferentes pasos de su deducción a un Watson deslumbrado por la brillantez del caso.
La verdad es que es una historia bonita, con una redacción sencilla y con giros que te hacen sonreír y disfrutar de la narración. Quizás para el nivel que han alcanzado los thrillers en los últimos tiempos se quede un poco simple, incluso infantil, pero en cualquier caso creo que realmente merece la pena dedicarle unas horillas a esta historia que, como veis es cortita y nos puede servir para limpiar un poco entre lecturas más densas y exigentes.
Y vosotros... ¿Habéis leído esta obra o cualquier otra de Sherlock Holmes? ¿Cuál es vuestra adaptación favorita? Como siempre, estoy encantada de leer vuestros comentarios e ideas así que... ¡No dejéis de escribirme! Hasta entonces...
2 comentarios
Hola!
ResponderEliminarEntiendo lo que nos dices de la sencillez de la trama policíaca de Holmes en comparación con los thrillers que tenemos hoy en día, pero claro, como nos dices, sin ellos no hubieran estado estos. La verdad es que yo tengo temporadas Holmes a muerte, donde me leo a lo mejor dos libros de relatos del tirón. Luego lo dejo y no lo cojo en años, pero es que me encanta.
Un besote!! ^,^!!
ELEB
Yo fui muy fan de Sherlock Holmes de jovencita. Por suerte pude leerlo todo porque tenía sus obras completas en tres tomos, y los releí varias veces, sobre todo "El sabueso de los Baskerville", que es mi favorito. Después descubrí las novelas tipo puzle, donde supuestamente podrías descubrir quién es el culpable porque están (casi) todas las pistas delante del lector, y ya no me apetecía tanto releerlo, porque para pensar que es tan inteligente Conan Doyle nos oculta información, jajaja. Lo que casi no he hecho ha sido ver adaptaciones, excepto las últimas series, Sherlock y Elementary, que me han gustado, cada una en su estilo. Muchas gracias por la reseña y hacerme recordar mis buenos tiempos sherlockianos...
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