La primera vez que se lee a un autor tiene siempre algo de mágico. Parte de la la experiencia dependerá por supuesto de las expectativas como con cualquier libro, esto es siempre algo peligroso, pero cuando nunca hemos leído algo del autor hay un proceso de conocimiento, de adaptación, como si efectivamente nos hubieran presentado a alguien de nuevas en un café. Sabemos su nombre, parte de su historia personal o profesional, trabajos pasados, incluso su edad, pero una vez hecha la introducción nos toca ir buscando un conocimiento más profundo; ¿cómo habla?, ¿da muchos detalles?, ¿qué le gusta?, ¿cómo ve a la gente de su alrededor?… algo así nos pasa cuando conocemos a un autor por primera vez, de manera que ese primer libro, a semejanza de ese primer café, nos hace tener un trabajo extra en el que nos vamos acoplando a la manera de narrar, describir y evolucionar que es siempre única de cada escritor.
Para mi “La Dueña” ha sido mi primer café con Isabel San Sebastián, y os diré que… ¡ha sido una cita que me ha dejado muy buen sabor de boca!
Os presento a la que ha sido mi última lectura del año 2022. Es curioso que haga más o menos un año que dejé de escribir en este blog y que sea precisamente este libro el que me haga volver a dedicarle un ratito a reflexionar sobre una lectura, algo que, a pesar de las prisas, los plazos, etc…, nunca debí perder. Y es que la pluma de Isabel San Sebastián bien merece pararse un ratito a pensar en lo que nos ofrece.
“La Dueña” nos cuenta la historia de Auriola, una mujer navarra que vive a principios del milenio en una España que aún no puede llamarse tal, ya que más de la mitad de la misma está gobernada aún por caudillos musulmanes conformando lo que conocemos como Reinos de Taifas. La parte Norte de la península, por su parte, estaba también dividida en diversos reinos; Aragón, León, Castilla, Navarra… en permanente conflicto entre ellos. La unión de ambas realidades conformaba una frontera en la que caballeros hidalgos buscaban su fortuna gracias a las tierras entregadas por los diferentes reyes en pago de sus servicios, y a las incursiones por tierras moras que podían reportar pingües beneficios. Auriola se convertirá en una mujer de la frontera, Dueña en un castillo que convertirá en su fortaleza familiar y donde construirá su legado.
A través de los ojos de Auriola conoceremos la vida en esta peligrosa frontera en permanente conflicto, así como las intrigas políticas que protagonizaron aquellos días y en las que había que jugar muy bien las cartas a riesgo de perderlo todo en cualquier momento. Los contactos en la corte, la traiciónalo, los juegos de tronos, el papel del honor…. Serán algunos de los elementos que desfilen por las páginas de esta obra de Isabel San Sebastián.
La obra está maravillosamente hilada y nos lleva a través de los años que componen la vida de Auriola con precisión y eficacia. No hay exceso de descripciones y la acción se sucede con presteza, aunque no deja de ser cierto también que la obra se debe a su exhaustiva documentación histórica con la que en ocasiones puede pecar un poquito según los gustos del lector. En mi caso ha sido más un pro que un contra sin duda, pero no puedo negar que según para quien, algunos pasajes breves pueden resultar un poco difíciles de seguir en cuanto a nombres de reyes, reinas, nobles, etc.
Uno de sus puntos fuertes es sin duda la construcción y desarrollo de sus personajes, al menos de aquellos que tienen mayor relevancia, como Auriola y su familia más directa (no así una hija que pronto desaparecerá de la historia y su marido y descendencia, bastante más olvidados por la autora). Me ha sorprendido gratamente las diferentes etapas por las que vemos pasar a cada uno de los personajes en función de su edad, perfectamente reconocibles y entendibles y como todos ellos alcanzan la madurez y la sabiduría con el paso de los años y las heridas que se adquieren por el camino, hasta llegar a un final sin duda más que satisfactorio.
Sin duda una novela muy recomendable. Para mí además el descubrimiento de una autora a la que volveré sin lugar a ninguna duda para seguir descubriendo historias de mujeres valientes en periodos de la historia que no muchos se han atrevido a explorar y narrar. Hace falta un talento especial a mi entender, para introducirse en épocas históricas tan poco conocidas por el imaginario colectivo y tan poco explotadas por la literatura a excepción de la figura del Cid (quien también campea por estas páginas) y Isabel San Sebastián se desenvuelve con auténtica maestría.
Como siempre estoy deseando conocer vuestras opiniones e ideas con lo que... ¡no dejéis de contarme cosillas en los comentarios!. ¿Habéis leído el libro? ¿Habéis leído algo del autor? Hasta entonces...