Cuando Roberto Navarro me contactó para ofrecerme colaborar con la lectura y reseña de su libro "Ylandra. Tiempo de Osadía" la verdad es que no lo dudé. Había leído tantas reseñas buenas sobre esta novela que lo cierto es que sabía que antes o después acabaría cayendo en mis manos. Sin embargo, había un par de cosas que me hacían ser cauta en cuanto a mis expectativas.
La primera de ellas es que Roberto Navarro es un escritor novel, "Ylandra" es su primer trabajo y por tanto era de esperar que se hubieran cometido ciertos errores y que la historia y el estilo tuvieran aún asperezas que ir limando con la experiencia.
El segundo aspecto que me llevaba a ser conservadora, es que "Ylandra. Tiempo de osadía" es el primer libro de una saga que pretende llegar a 6 tomos nada menos. Sin duda un proyecto muy ambicioso que requiere una planificación exhaustiva y tener las ideas muy claras para los contenidos de los diferentes tomos. Es un objetivo en el que numerosos autores con mucha más experiencia han fracasado estrepitosamente, con lo que no sería de extrañar que en la obra de Roberto encontrásemos importantes problemas.
Desde luego, lo que nunca pensé que me encontraría, es una de las mejores obras de fantasía que he leído en mi vida.
Desde el principio me sorprendió la pluma de autor; directa, sencilla pero hermosa, sin demasiados adornos pero no falta de belleza y de expresividad. Pero según iban pasando las páginas e iba conociendo a los personajes la verdad es que no salía de mi asombro.
El mundo que Roberto ha construido es de una complejidad tal, que estoy convencidísima de que soportará 6 tomos o los que él quiera, porque se trata de un universo riquísimo, con diferentes territorios unidos por una historia común, pero con distintas costumbres, culturas y leyes. Además, Roberto nos entrega un mundo desarrollado a nivel político, social y cultural, con tramas que involucran todos estos aspectos y con personajes que representan el gran número de posibilidades que se dan cabida en este mundo.
Si algo cabe destacar de esta novela, a parte de su increíble worldbuilding, son sus personajes. Desde luego que Roberto ha empleado sus conocimientos en psicología para construirlos, porque lo que ha conseguido con ellos es absolutamente increíble. Personajes vivos, sensibles, no por que sean personajes tiernos ni mucho menos, sino porque son absolutamente tangibles para nosotros los lectores. Son personajes con innumerables luces y sombras, con fortalezas y debilidades, que habitan entre tonos de gris y que evolucionan de una manera increíble a lo largo de la novela. Y esto es aplicable al 97% de los personajes que hacen su aparición, desde luego a la totalidad de aquellos que tienen alguna relevancia en la trama.
Ylandra es una especie de República democrática donde el poder político es muy importante pero no el único. Existe una escuela cuya historia se remonta al mismísimo nacimiento de la nación, cuando los 3 dioses que gobernaban la tierra de Ylandra desaparecieron dejando el poder en manos de reyes mortales, y se fundó La Escuela para que sus descendientes les asistieran cuando llegase el momento de su retorno. En oposición a La Escuela también nace una secta que tratará de evitar el regreso de los dioses y cuyo poder, aunque mermado y oculto, se a mantenido hasta los tiempos presentes.
Hoy la estabilidad de Ylandra hace equilibrios en el filo de un cuchillo. Una profecía anuncia el retorno de los dioses, los esclavos se inquietan, extrañas organizaciones mueven los hilos de la política con oscuras intenciones, importantes leyes de procreación han sido violadas y muy pocos son capaces de detener la catástrofe que se avecina, muchos menos saben de ella y, quizás el más capaz de todos los guerreros de Ylandra, está muerto.
"Ylandra. Tiempo de osadía" ha sido un descubrimiento maravilloso, un auténtico regalo. Muchas gracias Roberto por darme la oportunidad de adentrarme en este asombroso mundo que has creado.
Y vosotros... ¿Conocíais esta novela? ¿Habíais oído hablar del autor? Si no es así, os recomiendo que busquéis papel y boli y lo vayáis apuntando porque a no mucho tardar... dará mucho de qué hablar.
Como siempre, estoy deseando conocer vuestras opiniones e ideas así que... ¡No dejéis de contarme en los comentarios! Hasta entonces...